Hombres, hombres, hombres... ¡qué espécimen tan
particular! Los hay altos, bajos, guapos o feos y de carácter ¡menuda variedad!
No podemos quejarnos porque tenemos mucho en donde elegir el problema es que
los decentes están en peligro de extinción y sólo quedan sueltos los que no nos
convienen. Podríamos hablar mucho de los distintos tipos de hombres pero yo los
voy a englobar en cinco grandes categorías.
1. El Buenazo: Encantador y romántico, todo se le
hace poco, está tan atento que a veces resulta demasiado pesado aunque su
intención sólo sea el hacerte sentir bien. Roberto, un ex de mi amiga Julia, la
llevaba y la recogía del trabajo todos los días y cuando estaba mala él se
encargaba de hacerle la cena y prepararle todo para que estuviera cómoda pero
la distancia por un cambio de residencia fue el detonante de la ruptura. El
problema de este tipo de hombre es que acaba desvirtuándose, es decir, como es
el que más decepciones tiene se hace más arisco y desconfiado hasta que se
convierte en todo lo contrario a lo que era.
2. El Depredador: Arrogante, silencioso y muy
seductor. Como norma general, cuida mucho su cuerpo, así que no te extrañe que se
pase muchas horas en el gimnasio para luego poder exhibir sus músculos en la
discoteca de turno. Con esto no quiero decir que todos los que hacen deporte
sean así, sino que este tipo determinado de hombre busca la manera de
pavonearse delante de las mujeres y una de
esas formas es el culto al cuerpo. Por otra parte, es un artista de la
seducción, primero llama tu atención para después ignorarte completamente y
cuanto menos caso te hace, más te fijas en él y más le deseas, de hecho, es
capaz de tontear con otras delante de ti sólo para provocarte y ponerte celosa.
Ojo, si es tu pareja y hace este tipo de cosas... piensa hasta qué punto te
interesa estar con alguien así porque si eso hace cuando estás tú, ¿qué hará
cuando no estés presente? porque la fidelidad no es precisamente el punto
fuerte de este tipo de hombre. Es muy silencioso, habla poco de sí mismo y
cuando lo hace es para contarte lo bien que hace cada cosa pero nunca le oirás
hablar de sentimientos. Como resumen, podríamos decir que es todo un cazador,
devora su pieza y busca otra.
3. El Controlador: Celoso, autoritario y posesivo.
No te deja ni a sol ni a sombra. "¿Dónde vas? ¿Con quién vas? ¿De dónde
vienes?" son las frases más comunes. Te acompaña a todos los sitios e
intenta que dependas de él. Si todo es tan negativo ¿qué tienen para que te
fijes en él? Porque al principio no es así, oculta esa faceta que sólo sale en
determinados momentos y en detalles que pasan totalmente desapercibidos.
Chicas, este tipo de hombre es verdaderamente peligroso, seguramente penséis
que podréis cambiarle pero nunca lo conseguiréis y las cosas irán de mal en
peor.
4. El Agradable: Simpático, interesante y sencillo.
No es ostentoso ni prepotente y, como su nombre indica, es agradable hablar con
él. Es el término medio porque no es ni el buenazo y el depredador, tiene
características de ambos pero no encaja con ninguno de los dos. Es atento a su
manera, cordial, puede ponerse tierno pero con medida sin ser empalagoso y sabe
muy bien cuando poner sus límites. Cuidado, hay que saber distinguirle del
Depredador embaucador y del Controlador dominante, que cuando les conoces son encantadores
y lo único que han hecho es engañarte. ¿Cómo distinguir al verdadero Agradable?
Por los pequeños detalles, su comportamiento en el día a día. Un depredador te
invitará a cenar sólo si obtiene algo a cambio (que te entregues a él), un
controlador te hablará de forma muy directa y su mirada será desafiante, no es
que haga algo por ti es que está dando órdenes para cumplir. En cambio el
agradable es más natural y en su voz no hay signos de malicia ni prepotencia.
Maravilloso ¿verdad? Sí, todo apunta a que sí pero (siempre tiene que haber un
"pero") es escurridizo, independiente y a veces resulta enigmático y
desconcertante, cuando menos te lo esperas logra descolocarte sin proponérselo
dejándote con la miel en los labios y pensando en él cada vez más.
5. Pasota: Indiferencia absoluta es su
característica principal, nada le importa más que vivir la vida sin
complicaciones y disfrutar al máximo sin esfuerzo. También puede ser el
"hombre lapa", tu trabajas y él se gasta tu dinero en sus caprichos:
ropa, juergas o vicios. Es pasivo en todas sus facetas y desconecta en cuanto
le hablas de emociones y sentimientos, vamos, que no te está escuchando y le da
lo mismo lo que hagas o digas. Poco romántico y más bien despegado, puede estar
semanas sin llamarte porque no te necesita. ¿Cómo llega a resultar atractivo?
Porque proyecta una imagen de indefensión que nos enternece y nos crea el deseo
de cuidarle y protegerle, puede que despierte en ti ese instinto materno que
llevas escondido lo que sí es cierto es que te vinculas tanto a él que resulta
muy difícil alejarse.
Grosero, mentiroso, machista, agresivo, decidido,
educado, paciente, seguro... estos son sólo unos pocos adjetivos que describen
distintas personalidades de los hombres, tanto negativas como positivas, que
seguro nos hemos topado alguna vez en la vida. Ahora ya podemos distinguir a
los tipos de hombres por su comportamiento, mañana tengo una cita ¿cómo será?
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