Qué
difícil es aceptar una crítica ¿verdad? A todos nos ha pasado alguna vez que
alguien nos haga una crítica bien intencionada y nos lo tomemos a mal,
fruncimos el ceño e incluso contestamos de malas formas porque nos han herido
un poco el orgullo. Un ejemplo, más de dos horas en la cocina para preparar la
comida y cuando vas a servirla, uno de tus invitados dice que a la crema le
falta sal o que el pollo está seco. En ese momento, sientes que tu mal humor
empieza a aflorar y necesitas mucho esfuerzo para contenerte y no decir algo
inapropiado, es más, te entran ganas de decirle “si no te gusta, no te lo
comas” pero aguantas el tipo. ¿Por qué sucede? Porque nos sentimos atacados
directamente, en este caso es como si te dijeran que eres mala cocinera y, seguramente,
esa no era la intención. Si esto nos sucede a nosotras, a los hombres les pasa
lo mismo pero duplicado…¡qué digo! ¡Triplicado! Así que, hay que tener en
cuenta en qué cosas no puedes criticar a
un hombre.
Su
coche: No te metas con su coche porque su coche es sagrado. No importa que sea
pequeño o que tenga muchos años y se caiga a pedazos, es su precioso y
maravilloso coche y sólo lo cambiará cuando él mismo se da cuenta de que ya no
hay nada que hacer. ¿El interior del vehículo es un cúmulo de polvo y desorden?
Si quieres evitar polémicas mejor coge el trasporte público, si críticas que el
coche da asco es como si le estuvieras calificando de guarro y muy dejado
(evidentemente es lo que es… ¿cómo estará su casa?). Además, se suele decir que
para un hombre el coche es una prolongación de su miembro, esta teoría vendría
a confirmar porque los hombres prefieren coches grandes y robustos, sin
embargo, si realmente esto es así… creo que no les favorece nada si acumulan
mucha basura dentro ¿no?
Su
forma de conducir: Si el coche es un elemento importante en su vida, su forma
de conducir dice mucho de él y criticarla puede ser perjudicial. ¿Corre como un
loco? ¿Se muestra impaciente, agresivo, intolerante? ¿Quiere demostrar que él
es más fuerte y que nadie le va a adelantar? No sé muy bien por qué ocurre pero
es muy habitual que los hombres se trasformen al volante. Estás hablando tan
tranquilamente mientras el semáforo os prohíbe el paso. De repente, unos
niñatos borrachos del coche de al lado tiran algo que da en el coche de tu
chico y salen pitando en cuanto el semáforo cambia de color. ¿Qué ocurre? Que
tu chico se cree el nuevo James Bond y va tras ellos como si de unos mafiosos
se tratase, y mientras tú en el coche con los ojos como platos preguntándote cómo
se ha ido la situación de las manos. No todos son así (¡gracias a Dios!) pero
en el caso de que se produzca una trasformación al estilo Jekyl y Mr Hyde, por
mucho que le digas que no sea así o le critiques su actitud, no vas a conseguir
cambiarlo.
Su
casa: Igual que el coche, su casa es suya y la colocará y mantendrá como él
considere oportuno, para eso es él quien paga la luz, el gas o el agua. Mucho
menos aún cambies las cosas de lugar, él sabe dónde tiene todo y puede que
piense que estás hurgando en sus cosas para cotillear. Si en un futuro tenéis
pensado vivir juntos, entonces establece unas normas que los dos tendréis que
cumplir para una buena convivencia, pero mientras duermas con él los fines de
semana, intenta que los comentarios sobre la forma en la que tiene su hogar no
sean despectivos ni pueda tomarlas como críticas directas.
Habilidades:
A todos se nos da mejor hacer unas cosas que otras, sin embargo, se da por
sentado que un hombre tiene que ser hábil en cosas típicas de hombres. ¿Todas
las mujeres tenemos que saber coser? No. ¿Todas las mujeres tenemos que saber
cocinar? No. Entonces, si para nosotras es así para ellos es igual y no todos
los hombres son hábiles en montar muebles, arreglar enchufes, cambiar un grifo,
colocar un espejo… Sea lo que sea que no se le dé bien, no le critiques por
ello, a ti no te gustaría que alguien te insistiera en eso que no sabes hacer
porque te haría sentirte inútil ¿no? Así que, mejor es que valoremos aquellas
cosas que hace bien para minimizar aquellas que no controla tanto, además, todo
es cuestión de ponerse y aprender ¿cierto?
Amigos
y Familia: Ojo, si va a hablar de sus amistades y su familia busca bien las
palabras para evitar malentendidos. ¿Tiene un amigo que va de gracioso pero que
a ti no te hace ni pizca de gracia? ¿Su hermano es pedante y prepotente? Es
difícil lidiar con esto porque tampoco es que te tengas que callar a todo pero
es mejor no malmeter o, al menos intentarlo. ¿Y qué pasa con tu suegra? Para él
su madre es una santa, una buena mujer que le da sus caprichos y le hace su
plato favorito cada vez que va a visitarla a casa. ¿Crees que vas a hacerle
creer que su madre te tiene manía? Va a ser que no. Te dirá que eso no es
cierto, que le caes fenomenal y que te quiere como a una hija. ¿Perdona? ¿Cómo
a una hija? Disculpa pero no, la única que me ve como una hija es mi madre, su
madre me ve como una bruja arpía que le ha robado al niño de sus ojos y que no
va a saber cuidarle tan bien como ella (échate a temblar si tu novio no tiene
más hermanos). En fin, que mantener una relación relativamente “amistosa” con
su encantadora mamá es extremadamente difícil.
Pero
lo que por encima de todas las cosas no puedes criticar es su MIEMBRO, con mayúsculas,
porque es un aspecto muy importante para ellos, igual que para nosotras pueden
ser nuestros pechos o nuestro trasero. Hay unos que son más bonitos que otros,
tanto en tamaño como en la forma, pero ninguno es perfecto del todo, de la
misma manera que no hay pechos perfectos (que sean totalmente naturales, por
supuesto). Ellos ya saben con qué tipo de herramienta cuentan, por eso ahórrate
cualquier comentario que pueda resultar hiriente, porque sí, les molesta.
Siempre está la típica frase de "importa la calidad y no la
cantidad", pero en el fuero interno de cada uno de ellos es algo que les
importa.
¿Por
qué molestan tanto las críticas? Simple y llanamente, porque dañan nuestra
autoestima, nos hacen ser conscientes de que no somos perfectos o que nos ven
de forma diferente a como nosotros mismos nos vemos. Nosotras también tenemos
puntos débiles que no nos gusta que nos critiquen pero eso lo dejaremos para
otra ocasión.
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