Preparar la despedida de soltero de un amigo no es nada fácil ¿verdad?
Surgen muchas dudas, pequeños inconvenientes e incluso se generan ciertas
tensiones entre los participantes. Películas del estilo de "Resacón en las
Vegas" muestran una imagen que pocas veces se acerca a la realidad, de
hecho, ya quisieran muchos permitirse el lujo de hacer una celebración tan a lo
grande pero no queda más remedio que adaptarse al territorio nacional y sin que
ello implique fundirse la tarjeta de crédito en un solo día. Lo que es más que
evidente es que hombres y mujeres organizan estas fiestas de forma muy
diferente.
Las despedidas de solteras son bastante más comedidas y típicas que
las despedidas de solteros. ¿Alguna ha preparado una despedida para una amiga?
Es agotador porque al final sólo es una la que lo termina preparando todo. El
primer dilema al que se enfrenta la organizadora es "Chicas, ¿qué
organizamos?". Es en ese momento cuando el silencio se apodera de las
gargantas de las mujeres que siempre suelen hablar sin parar, ni una de las
invitadas se pronuncia, no surgen ideas ni sugerencias que pudieran ser de gran
ayuda. Ante esta estupenda colaboración, la líder del grupo tiene que buscar
por su cuenta y tirar de internet pensando en lo que le puede gustar a su amiga
casadera y el numero de invitadas. Un fin de semana en algún sitio cercano, una
sesión de spa con masaje, comida y cena, una cena con espectáculo... aparecen
muchas posibilidades y algunas de ellas realmente interesantes y divertidas y
toca compartir la búsqueda con todas las demás pero parece que ninguno de los
planes resulta atractivo. Una de ellas alega que trabaja el fin de semana y,
comprensiblemente, no podría acudir, otra dice que un día entero le parece
demasiado y algunas de ellas no creen que eso le vaya a gustar a la
homenajeada, incluso critican la calidad de los sitios encontrados. Se ponen
muchas trabas y, sin embargo, ninguna hace una propuesta. Continúa la búsqueda.
Mientras tanto se origina el siguiente problema: el presupuesto. Sí,
el dinero es uno de los temas más polémicos en una despedida de solteras.
Parece que a las mujeres les cuesta gastarse sus ahorros en procurar que la
novia (que se supone que es una buena amiga) se divierta con algo original.
Comparando precios de sitios donde poder acudir e incluyendo todos los gastos
adicionales, la organizadora estima una cantidad que, ni siendo muy alta ni muy
baja, pueda cubrir todo el evento. "A mi eso me parece muy caro, no me
puedo permitir tanto gasto", manifiesta una de las mujeres, "creo que
un poco menos estaría mejor, no hace falta que compremos muchas cosas",
propone otra y, casualidades de la vida, siempre suele ser la misma la que más
se queja por todo. Vamos, que las despedidas de solteras tendrían que llamarse
"Despedidas LOW COST". Después del intercambio de más de 50 emails
durante casi un mes, parece que la cosa va tomando algo de forma: ya hay lugar
y presupuesto.
Siguiente acción, "¿Nos disfrazamos?": "¡Uy! A mi eso
me parece un poco absurdo además de que es muy típico", "estaría
divertido pero ¿de qué nos disfrazamos?", "por favor, de ángeles y
demonios no que eso sí que está muy visto". Una de las arriesgadas y
atrevidas dice "estaría bien vestirla de algo sexy, de gatita, de
colegiala..." pero vuelve a salir la quejica y añade "¡pero cómo la
vamos a llevar por la calle con esas pintas! Vamos, nos mata. Lo siento pero yo
paso de disfraces". Ya empezamos mal, muy mal, porque una de las invitadas
se niega en rotundo y está claro que no va a cambiar de opinión por nada del
mundo. Pues nada, no hay disfraces, ni coronas, ni bandas de "Me caso,
sálvame", ni pancartas divertidas que pongan "si me das un beso y me
gusta no me caso", nada, todo muy soso. Al menos sí hay regalos, aunque sí
es cierto que ninguna tiene tiempo ni dinero para comprarlos y ¿a quién le
toca? ¡BINGO! a la que lo organiza. Como
algo excepcional puede o no incluirse strepper masculino o limusina. Lo primero
va a depender principalmente de la novia y muchas de ellas parece ser que no
quieren, bien porque no les guste hacer el ridículo o bien porque les pueda
resultar ordinario o de mal gusto. Para conseguir hacer lo de la limusina,
tienen que ser muchas participantes y, sobre todo, muy bien avenidas. ¡Ah! Pero aquí no ha acabado todo, no, ni mucho menos porque durante
todo el proceso de preparación hay algunas invitadas que cancelan su asistencia
y entre ellas está la quejica, sí, esa que ha generado tanta polémica y por la
que se ha hecho una despedida muy sencilla. Lógicamente, el precio de la fiesta
se reparte entre menos chicas lo cual provoca volver a empezar desde el
principio porque de 15 mujeres al final sólo acuden 7. Y al fin llega el gran
día y todo sale perfecto. La novia se lo pasa bien, se hacen muchas fotos, hay
muchas risas y hay momentos emocionantes en los que a la novia se le escapa alguna
lagrimilla con el brindis o con los regalos. El resultado no podría haber sido
mejor pero ¿se reconoce el esfuerzo de una sola persona? La amiga que se casa
sí pero el resto nada de nada.
Las despedidas de solteros son todo lo contrario: divertidas,
originales y lo más importante, con muy buen ambiente entre todos. Para
empezar, son varios los que se encargan de la preparación y cada uno se centra
en buscar algo en concreto para la fiesta. Además, las ideas y opiniones que se
aportan sirven para mejorar y, en ningún caso, para dificultar y, por supuesto,
o bien quedan entre ellos para organizarlo o hablan por teléfono, algo que
facilita mucho la comunicación y, sobre todo, no tardan tanto tiempo en
decidir. El resto de invitados se adapta muy bien a aquello que hayan decidido
los organizadores y si es necesario, solicitan uno o dos días en sus trabajos
para poder estar presentes en la fiesta. Porque, otra gran diferencia es que la
duración de estas fiestas masculinas es mucho mayor que el de las féminas, como
mínimo un día completo pero suelen ser de fines de semana enteros. A mayor
duración, mayor precio, por lo que el presupuesto destinado a las despedidas de
solteros suele ser un poco más elevado. Como es normal, también buscan las
opciones más económicas pero, aún así, consiguen hacer muchas actividades
divertidas no sólo para el novio sino también para el resto de asistentes:
paintball, cars, airsoft, paracaidismo, alquilar un barco, fin de semana en
Ibiza
Dos aspectos fundamentales en los que no se suele dudar: disfraz y
strepper. ¿Alguien puede imaginar una fiesta de estas características sin
ninguna de estas dos cosas? Yo, la verdad es que no, porque ¡es lo más normal!
Porque, seamos sinceros, ni van a jugar a las cartas ni se van a poner a hablar
de la economía mundial, y, aunque sí hablen de mujeres, en un local con tanta
testosterona junta cómo no va a estar presente una mujer con poca ropa, pechos
exuberantes, con todo el cuerpo cubierto de aceite y bailando de una forma muy
sexy. En cuanto a lo del disfraz, hay multitud de opciones a cual más
ingeniosa. Eso sí, hay que destacar que ambas cosas suelen estar enfocadas a
poner en tensión al novio o, al menos, que pase un momento de vergüenza, algo
que en las despedidas de solteras es impensable. Vale, es cierto que puede
darse el caso de que el novio no quiera este tipo de despedida, pero suelen ser
casos muy aislados. Así que, si me caso algún día, tendré que averiguar las
preferencias de mi pareja en ese sentido y cómo de juerguistas son sus amigos.
Ellos no hacen regalos pero ese dinero lo invierten en comprar todo lo
necesario y en el gasto de traslados, viajes, comidas, cenas, cañas, cafés,
copas... es decir, de todo lo que van a hacer. Y claro, como suele durar tanto,
hay algo que tampoco va a faltar: el alcohol. Se quiera o no, se va a beber más
de la cuenta porque se empieza con unas cervezas para pasar al vino durante la
comida y a los licores de hierbas en la sobremesa, momento en el que algunos
aventajados decidirán tomar alguna copa. Por la noche, más cerveza, más vino,
más licores, más copas, un brindis con champán y más copas... y más copas. Una máxima clave entre los asistentes: Silencio absoluto de todo lo
que ocurra y se haga y nada de pruebas como fotos o videos. Chicas, no se os
ocurra preguntar o investigar sobre lo sucedido en la despedida de vuestros
futuros o ya maridos, que os quede claro
"NO LO VAIS A CONSEGUIR", de hecho, lo único que conseguiréis
es enfadaros por miedo a que haya ocurrido algo raro, pero no os preocupéis en
exceso es raro que se desmadren demasiado, eso sí, mejor que no la organicen el
día antes de la boda... no vaya a ser que no aparezca y entonces sí tendrás
razones para preocuparte.
Por todas estas razones es evidente que los
hombres organizan mejor este tipo de fiestas, así que, amigos y amigas, quiero
que sepáis que si en un futuro me caso, elegiré como organizadores de mi
despedida de soltera a mis amigos chicos. Porque quiero algo igual de
divertido, intenso y original que lo que preparan para ellos y sobre todo,
llevarme un buen recuerdo lleno de risas y grandes momentos. No sé si al que
sea mi novio le hará mucha gracia sabiendo que son chicos los que prepararán el
evento, pero estoy totalmente convencida de que yo lo pasaría realmente bien.
Amigos, ¿aceptáis el reto?
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