Las madres son increíbles,¡verdaderos
tesoros! De hecho, creo
que MARVEL tendría que crear una heroína basada en la figura materna porque,
sin lugar a dudas, las madres tienen super poderes comparables a cualquiera de
las bellas chicas de los comics. Sí, una madre saca fuerzas y energías de donde
sea, hace cosas que parecen imposibles, dobla o triplica el tiempo, hace cinco,
seis y hasta diez cosas a la vez si es necesario. Además, es capaz de leerte el
pensamiento con una sola mirada y si se enfada, esa misma mirada te atravesará
dejándote paralizado
Lo primero que aprende una
madre es a ser enfermera, una cualidad que estará presente durante toda su
vida. Es lógico que la madre se centre en el bebé cuando se pone malito pero de
adultos también necesitamos a las madres y sus sabios consejos. "Mamá, me
duele la garganta ¿qué hago?", "Mamá, me encuentro mal, tengo el
estomago revuelto" o "Mamá, creo que tengo fiebre". Y para todo
tienen un remedio, una receta casera que ella aprendió de su madre, y su madre
de la madre de ésta y así sucesivamente, pasando de generación en generación
hasta llegar nosotras, que cogeremos el testigo y continuaremos la tradición
con nuestros hijos. De hecho, ¿a quién recurrimos cuando nuestros pequeños
están malos? A las madres, sí, porque confiamos en ellas, porque acuden en
cuanto las llamamos y porque nos quieren. Así que, cuidan de sus hijos y de los
nietos. Bueno, y con los nietos se desbordan: les cuidan cuando los padres no
pueden, les preparan su comida favorita, les compran ropa y caprichos, si al
niño se le antoja un bollo, se lo compra, que quiere un cochecito de juguete,
se lo regala. El amor a los hijos es grande pero con los nietos... no sé por
qué pero se deshacen.
Las madres multiplican las
horas de una manera insólita. Por ejemplo, mi madre, ¿de dónde saca el tiempo?
Hace la comida, la cama, recoge la casa, pone la lavadora y plancha. Va a la
compra, hace los recados y le queda tiempo para otras actividades lúdicas cómo
ir a canto o a pintura. De verdad, ¿cómo lo hacen? ¿Hay alguna técnica? ¡Si a
mi no me da tiempo a ir a dos sitios distintos cuando salgo de trabajar! Es
más, aún tengo una bombilla fundida del baño porque no veo el momento de
comprar una y cambiarla. Que, por cierto, ahora que lo menciono, las madres
tienen otra increíble cualidad: son "BRICOWOMAN". Sí señor, son
expertas en arreglar cualquier cosa de la casa: un grifo, una silla, un
secador... nada se les resiste, incluso las tuberías tiemblan cuando se ponen los
guantes para desatrancarlas.
No se les pone nada por
delante, tanto es así que mueven cielo y tierra para buscar y encontrar cosas.
Se diría que son unas "Sherlock Holmes" buscando la cosa perdida. En
serio, haz la prueba y cuando no encuentres algo deja que tu madre lo busque,
no tardará ¡ni diez minutos! Observan, piensan, actúan y aciertan. Si son
buenas en esto, analizando a las personas son muchísimo mejor, es imposible
engañarlas. Tienen una intuición muy desarrollada y sospechan si algo no les
cuadra, es ese sexto sentido que con una mirada ya sabe lo que estás tramando o
si te pasa algo, puede que se actúen como si no se enterasen, pero ¡vaya si se
enteran! ¡Son muy inteligentes! Y por
supuesto, tienen una paciencia infinita. ¡Qué aguante! Las rabietas de los
niños, prepararles la comida, vestirles, aguantar las peleas de los hermanos...
Y no sólo con los hijos, sino también con la pareja. Eso sí, como se enfaden de
verdad, mejor evitar esa mirada porque te hará sentir culpable durante todo el
día porque ante todo, las madres siempre tienen razón. Lo saben todo. Tu madre
te advierte y como no le haces caso, pensando que sabes más que ella, te
equivocas y te suelta un "te lo dije". No te queda más remedio que
claudicar y admitir el error, aunque cuando nos vuelven a advertir tropezamos
con la misma piedra.
Y como lo saben todo, son
las mejores para aconsejarte cómo quitar una mancha que nos has conseguido eliminar
ni lavándola a mano. Que si con agua caliente y dejándola al sol, que si con un
poco de leche, que si la dejas así o asá... ¿Y con la plancha? Son unas
artistas, nunca te va a quedar la camisa tan bien planchada como lo hacía tu
madre y por supuesto nunca dejarás la sábana "bajera" tan
perfectamente doblada como ella. ¿Usas edredón? Cuando lo hayas lavado y lo
vayas a colocar, tardarás más de 15 minutos en meterlo en la funda y otros 15
minutos para que quede bien liso en la cama. Tu madre hace todo eso en 5
minutos, rapidez y precisión le caracteriza. Una precisión que se refleja
también en las comidas, porque la comida de una madre es única. ¡Qué tortilla
de patatas! ¡Qué lentejas! ¡ Qué cordero! Todo para chuparse los dedos, eso sí,
cuando le pides la receta las explicaciones no suelen acompañarlas de medidas
exactas sino de "una pizca de esto", "un chorrito de
aquello" y cuando te pones manos a la obra en tu estupenda cocina ni de
lejos te sale igual, tienes que practicar mucho y aún así, nunca será como la
comida de tu madre. Normal que más de uno aproveche la visita a los padres para
llevarse unos cuantos tupper con comida rica rica.
En resumen, una madre es cuidadora,
educadora, profesora, psicóloga, buscadora, cocinera, ama de casa... pero ante
todo es madre y todo eso lo hace porque nos quiere. Y sin embargo, están poco
valoradas y pocas veces les reconocemos el mérito que tienen. Por eso, desde
aquí, doy las gracias a mi madre y a todas las madres del mundo por estar ahí
cuando os necesitamos, por vuestro amor incondicional, por el trabajo que os
hemos dado de niños e incluso de adultos. Por todo ello y por mucho más...
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