miércoles, 28 de noviembre de 2012

Sus amigos son mis amigos

Los amigos son un tesoro. Eso dice la tradición popular del refranero, incluso les comparan con flores o plantas que hay que cultivar, regar y cuidar. Y realmente es muy cierto, no hay que descuidar a los amigos porque son un gran apoyo en muchas ocasiones pero… ¿qué sucede con los amigos de tu pareja? Eso ya sí que es otro cantar, o como se diría en el refranero “harina de otro costal”. Cuando tu pareja te presenta a sus amigos es un momento tenso, no es igual que cuando te presenta a los padres, pero sabes que te estarán observando y que después, indudablemente, hablarán de ti y opinarán sobre tu físico o tu forma de ser. Y sin duda alguna cuando llegue ese momento, que llegará, tienes que tener en cuenta una serie de cuestiones importantes para no acabar decepcionada.

Lo primero y más importante que debes saber: Tu chico con sus amigos cambia. No es que sea una especie de Doctor Jekyll y Mister Hyde pero no se comportará de la misma manera que lo hace contigo cuando estáis solos. No te cogerá de la mano ni te dará besitos. Tampoco te llamará “Cari” o cualquier otro calificativo cariñoso con el que te llama en la intimidad. Lógicamente, tienes que actuar de la misma manera para evitar que te cataloguen de empalagosa y, sobre todo, no incomodar a tu chico. Pero como en todo, hay sus excepciones y puedes encontrarte a algunos hombres que no les importe demostrar su cariño delante de los amigos, bien porque no les dé vergüenza o bien porque se encuentren cómodos. Si ese es tu caso, chica ¡estás de suerte! No como mi amiga Gema, que me llamó llorando porque su chico había pasado de ella totalmente cuando conoció a sus amigos. Según sus palabras, estuvo distante, hablaron poco, no la metía en las conversaciones e incluso durante un buen rato estuvo mirando el móvil. Mi amiga seguía explicándome a lágrima viva sus sentimientos: que se sintió incómoda, ignorada y que no pintaba nada allí. Pero su decepción aumentó cuando al plantear a su chico que pensaba irse (después de varias horas de aburrimiento…), el muchacho la acompañó a la puerta del sitio en el que se encontraban y la despachó en cinco minutos para volver con sus amigos. ¡La había ido a buscar a casa y ahora la dejaba tirada!
 
Puede que te veas en una situación similar a la de mi amiga porque, muchas veces, nos quedamos paralizadas y sin saber reaccionar, independientemente de si somos tímidas o extrovertidas. Así que, para evitar ese pensamiento de “me siento ignorada” y como segundo paso antes de conocer a los amigos, hay que saber adaptarse. Ya lo dijo Darwin, hay que adaptarse al medio para sobrevivir, si tú quieres salir airosa de  ese momento tenso, busca la forma de involucrarte con el resto para que te vean como uno más o al menos que vean tu buena intención de integrarte. Puedes hablar con alguno de los amigos, interesarte por las conversaciones que tienen e incluso meter baza con toda la naturalidad. Ojito… hablar, preguntar o interrumpir en exceso no es nada bueno, los nervios pueden traicionarte, lo mejor es un término medio.

 

Busca aliados. Sí, en el Amor como en la Guerra hay que tener estrategias, armas y aliados. De sus amigos, unos te caerán mejor que otros, por eso, llévate bien con ese que te ha caído bien y tendrás un poco de ventaja. Si caes bien, hablarán en tu favor e incluso le animarán para que quede contigo más veces. Eso no lo es todo pero influye. Si un amigo puede ser de gran ayuda, hacerte amiga de alguna de sus amigas eso ya sí que es un verdadero triunfo. ¿Por qué? Porque las mujeres somos más insistentes y podemos tener más poder de convicción en esto de los sentimientos, supongo que porque nos gusta más hablar de ellos. Si le agradas a una amiga suya, descuida que ella al día siguiente le llamará por teléfono para preguntar cómo te conoció, cuántas veces habéis quedado, lo que él siente por ti o cuáles son sus intenciones. Le preguntará cualquier cosa porque hay confianza y, diga lo que diga, ella te echará un cable: “Se la ve buena chica y hacéis muy buena pareja” o “¿dices que no te gusta mucho? ¡Pero si cada vez que la mirabas se te iban los ojos! Anda, no seas tonto y llámala para quedar”. Sin embargo, es un arma de doble filo porque, al igual que te ayuda, puede perjudicarte.  Si no caes bien a sus amigos hombres, lo único que puede pasar es que no te junte con ellos. Lógicamente no te elogiarán pero al menos no te criticarán porque respetarán que eres la pareja de su amigo. Pero si caes mal a alguna de sus amigas… siento decirte que lo tienes complicado, es más, si no le gustas a su mejor amiga, lo tienes muy negro. ¿Por qué? Pues porque igual que una mujer te puede ensalzar también puede hacerte caer muy rápidamente. No dudes en que te criticará a tus espaldas, le hará pensar cosas que no son y le influirá para que no te vea tanto: “Yo no me fio de ella ni un pelo, parece muy buenecita pero no sé, hay algo que no me gusta” o “¿Te ha dicho que hoy no puede quedar? Eso es porque tenía otro plan mejor, ¿seguro que no está con otro?”. Y como lo peor es sembrar la duda al final la que va a salir perdiendo eres tú. Así que, búscate buenos aliados y evita las confrontaciones directas, seguro que te ira mejor.

A la hora de que te presente a sus amistades pueden darse dos situaciones un poco comprometedoras. La primera es que te presente a su EX porque han quedado como amigos… Ummm, vale, te puede decir que por ella ya no siente nada, que son amigos sólo  pero siempre te va a quedar la duda y no sabes hasta qué punto la EX te va a juzgar. Porque que tu chico te diga que va a quedar a tomar café con una ex después de mucho sin verse o lo típico de una vez al año… pues bueno, te puede sentar mal e incluso sentirás celos pero le das un voto de confianza e intentas aceptarlo y no montar un show de eso. Pero es muy distinto a que te diga que hoy se va a comer con ella, que mañana la va a recoger después del trabajo y que el fin de semana la va a ayudar a pintar la casa. ¡Ah, no! Hasta ahí ya sí que no, que quiere pasar más tiempo con su ex que contigo… pues nada, que se quede con ella todo lo que quiera, que ya te buscarás tu algún plan mejor. Además, queramos o no, siempre vamos a pensar que se acostó con esa chica y, lógicamente, vas a pensar que te compara con ella, algo que te va a obsesionar en gran medida.

La segunda situación que puede causarte problemas, o quitarte el sueño, es que te presente a un amigo tan guapo y atractivo que al final te guste más su amigo que él. Y si a eso le añadimos que el amigo es simpático y te hace caso… sí, realmente tienes un problema. Al principio no le das importancia, te convences de que es simplemente un chico más pero no funciona. Luego piensas que es el típico guaperas ligón para convencerte a ti misma de que no te gusta y que no te conviene, pero cuanto más hablas con él cuando le ves, más te gusta y te das cuenta de que no es ese chico malo que intentas ver. Cuando nada de lo que haces te funciona, comienzan las noches de insomnio pensando en qué debes hacer, no puedes comer de los nervios y te sientes mal contigo misma. Si a eso le añades que el amigo te invita a tomar algo y aceptas, ese sentimiento de “qué mala persona soy” va en aumento. También puede ocurrir que el amigo te confiese su amor una vez que lo has dejado con tu novio y, la verdad… es que te gusta. El dilema que se te presenta es ¿es correcto salir con el amigo de mi ex?

Es un tema peliagudo esto de conocer a los amigos de tu pareja. Es un momento tenso que tenemos que pasar y puede que no sea tan malo como habías imaginado. Sea como sea y ocurra lo que ocurra, no dejes que la situación te desborde y no pierdas nunca una cosa: ser tú misma.