sábado, 22 de noviembre de 2014

Mentiras de Mujer

Últimamente estoy muy revolucionaria, reivindicativa e indignada con comentarios o artículos que voy encontrando en la red sobre las mujeres. Esta vez toca a las supuestas mentiras que decimos las mujeres y que los hombres no se creen. Lo que me gustaría saber es quién escribe este tipo de cosas y con qué tipo de mujeres ha dado, más que nada porque podría llegar a pensar que es algo misógino o que los comentarios están llenos de rencor y con poca veracidad. Es más, es muy común que cada uno interprete (o malinterprete) lo que quiera de unas palabras o hechos según convenga y en un contexto determinado.  Bueno, desmiguemos punto por punto esas cosas que no se creen los hombres.

Celos: Parece ser que decir "no soy celosa" no es creíble, vamos que si lo dices te van a mirar mal, casi como si tuvieras un luminoso en la cara diciendo "soy peligrosa, no me creas". También se considera que en realidad no nos gusta que nuestro novio tenga amigas o se relacione con ninguna mujer y que no te hace ninguna gracia que se vaya de fiesta con los amigos. Vaya, volvemos a ver como una y otra vez la mujer se iguala a una cárcel. Pues bien, dudo mucho que a un hombre le haga gracia que salgas muy habitualmente con tus amigas, de las cuales una de ellas es la más ligona del grupo y la que siempre lia a sus amigas con alguno. Tampoco creo que le guste mucho que te pongas escotazos y minifaldas si vas a irte de fiesta y él no va a estar presente y, por supuesto, llegar a las 6 de la mañana y bastante contentilla no va a hacer que te espere con los brazos abiertos y con el desayuno preparado. Partiendo de esta base, los celos no son buenos ni pueden considerarse como una muestra de amor, sino que demuestran inseguridad y falta de confianza. Eso sí, la confianza es algo que se gana con el tiempo y, sinceramente, un chico que coquetea con todas lo va a hacer siempre y evidentemente, no sólo va a provocar celos sino que es lo que va buscando.

Controlamos todos los planes: Debe ser que somos unas egocéntricas porque sólo queremos hacer planes que nos gusten a nosotras sin que ellos puedan intervenir. ¿En serio? Si realmente me importa la persona con la que estoy, quiero hacer cosas en las que estemos cómodos los dos, que nos diviertan y podamos compartir, incluso actividades que le gusten más a él que a mi. Lo que no es bueno es entrar en la monotonía y hacer siempre lo mismo o, simplemente, no hacer nada. Hay hombres que se apalancan al sofá y les da pereza salir de casa aunque sólo sea para dar un paseo y eso no nos gusta. Así que cuando preguntamos ¿qué te apetece hacer? es para motivar al otro, saber sus gustos, lo que opina, hacer cosas nuevas... vamos, nada que ver con esa actitud marimandona en la que nos encasillan.

La nada: ¿Somos las únicas que utilizamos la palabra NADA? Los hombres recurren a su "caja de la nada" continuamente. Olvídate de saber lo que está pensando, su respuesta siempre será "En Nada". Puede que le veas serio y pienses que ha tenido un mal día, pero cuando le preguntas, te contesta que no le pasa nada y no le insistas, no te va a contestar. Si le llamas y le preguntas por lo que está haciendo, te podrá decir que nada y no sabrás cómo seguir la conversación. Y si me enfado y no te contesto pero ves que tengo cara de cabreo, evidentemente lo que espero es que sepas el motivo de lo que has hecho y no tener que explicarlo, mas que nada porque somos pareja y como tal deberías conocerme suficiente para saber qué me gusta y qué no.

Es tu decisión: El "Haz lo que quieras" o el "Tu mismo" lo decimos cuando la discusión ha llegado a un punto muerto o cuando te das cuenta de que no vale la pena seguir si no te está entendiendo ni te va a entender. Digamos que podría traducirse también por "estoy cansada de estas tonterías porque sé que no me vas a hacer caso y me vas a cabrear mucho más". También puede pasar que tu pareja sea muy cabezota y no te quede más remedio que soltar esa amenaza que, aunque no les gusta nada, ni les intimida ni a la que hacen caso. Eso sí, ¿adivináis quien se va a ir a la cama sin fiesta o a dormir en el sofá?

Las mujeres bellas: Evidentemente sabemos qué chicas son guapas y cuales son más imponentes que tú, también sabemos los gustos de nuestra pareja y somos conscientes de que se le irán los ojos detrás de una chica con un escote impresionante (bueno, ¡si es que se me van hasta a mi de envidia!). ¿Que tenga amigas atractivas? Realmente siempre va a haber una rivalidad entre mujeres pero no hasta el punto de querer que no se acerquen a él, aunque me gustaría saber qué es lo que piensan ellos cuando resulta que quedas con tus propios amigos y hablas de uno en concreto más de lo normal y que justamente sea un chico que va al gimnasio, es inteligente y, lo más peligroso, soltero y con ganas de marcha. Y otra cosa, a nosotras también se nos van los ojos detrás de chicos más sexys, atractivos e imponentes que nuestras parejas, ¿eso quiere decir que también ellos piensan en las mil maneras de que no se acerquen a nosotras?

Cuestión de tamaño: Y dale... ¡cómo no...el temita del tamaño! Pues ¿sabéis? Eso es una cosa que os acompleja más a vosotros y son los hombres los que más importancia dan al tamaño de su miembro y perdonad que os diga pero estáis muy equivocados al pensar que lo que importa es "vuestro" tamaño. Pues no, lo que importa es el tamaño que "nosotras" podemos admitir, es decir, la capacidad. De nada sirve tener un BOING 747 si el hangar para meterlo es para una avioneta o que te encuentres con un Biplano cuando tu puedes admitir mucho más. ¿Los pechos importan? Claro que sí, pero ahora los sujetadores están tan avanzados que puedes tener dos tallas más sin problemas o mejorar la forma y visión con sujetadores de diferentes modelos. Y si no, siempre queda el bisturí aunque a mi, de momento no me convence.

Usando la tecnología: Una cosa que siempre me ha molestado y que ahora es muy común, es que mientras alguien está contigo esté usando el móvil y más si es tu pareja. En esos momentos te intriga con quien estará chateando porque si le interesa más la conversación de móvil que estar contigo será porque esa otra persona es mucho más importante para él. Pero igual que a mi no me haría gracia que me cotillease mi móvil, yo tampoco lo hago, aunque ambos lo pensemos alguna vez. ¿Acaso creéis que no se da cuenta que sonríes a la pantalla del teléfono cuando escribes? Seguramente es por un cotilleo que te está contando tu amiga pero él también pensará mal, no lo dudes.

Un gran tabú, la masturbación femenina: Por desgracia, la masturbación femenina aún es un tema "oscuro". Llevamos a rastras años y años de ocultación y de despojarnos de la oportunidad del placer porque el placer sólo estaba permitido a los hombres. Es cierto que la mentalidad cada vez es más abierta en estos temas pero no deja de ser algo demasiado intimo como para ser del todo sincera. Ojala las cosas cambien y el "amor propio" tanto masculino como femenino sea visto como algo natural y normal.

No quiero que me mantengan: Bueno, de momento no soy famosa, no soy modelo ni actriz y los chicos que conozco no son futbolistas, ni cantantes ni actores. A mi me toca vivir en el mundo real no en el de las revistas del corazón, un mundo en el que tengo que levantarme a trabajar, aguantar las tensiones de la oficina, ir a la compra, cocinar, hacer la casa... y desear que llegue el fin de semana para tumbarme en el sofá o salir con mis amigas. Y los hombres con los que me relaciono no tienen unos sueldazos, sino que cobran lo justo para pagarse sus gastos como todos tenemos que hacer. ¿Qué me gustaría que me tocase la Loteria o tener un novio como Brad Pitt? Pues mira, sí, porque de sueños también se vive aunque nunca se vayan a cumplir. Y que pasa, ¿qué los hombres no fantasean con conocer a una Angelina Jolie o Scarlett Johanson? Además, que no me digan a mi que no hay hombres que les gusta ser mantenidos, porque de esos hay tanto en el famoseo como en la vida real.

¿La primera vez?: A ver, a quien haya escrito esto... ¿con quién has dado, con una quinceañera? Por tus palabras creo que el problema lo debes de tener tú (y muy grande, además)  porque telita con el tipo de mujer que te gusta o, como dices, puede que peques de ser demasiado ingenuo. Sinceramente, no he recurrido a eso de "nunca había sentido algo así por alguien", primero porque no tengo que dar explicaciones de mi pasado y segundo, hay palabras mas cortas e incluso hechos que demuestran lo que de verdad sientes por esa persona. Además, a estas alturas de la vida y con experiencia a nuestras espaldas, la mayoría ya hemos pasado por amores imposibles, decepciones amorosas y relaciones sexuales. Por cierto, sobre todo en lo último yo ya los quiero que vengan enseñados y con la lección bien aprendida de lo que tienen que hacer. Así que, si se ha pasado ya la barrera de los 30 años, creo que esa frase no sólo está obsoleta sino que es de todo menos bonita y está fuera de lugar.

Dos caras: Vaya, así que de chicas encantadoras pasamos a seres perversos en unos meses. ¿me puedes especificar cuantos? Ni todos somos buenos buenísimos ni malos malísimos y como es normal cada uno tiene su genio que puede manifestarse de muchas formas (mal humor, gritos, silencio...). A ver si es que ahora resulta que los hombres nunca se enfadan ni sacan al ogro que llevan dentro para luego volver a su estado  natural. En ese caso, todos seriamos seres abominables, intratables y horrorosos ¿no?

Chica fácil: ¿Qué catalogas como "chica fácil? En este punto volvemos a tener esa visión negativa de una mujer que tiene sexo sin tapujos. Nuestro concepto de "chica fácil" dista mucho del que pueda tener un hombre y es que una puede tener sexo habitualmente pero la cuestión mas importante es el cómo lo consigue y, sobre todo, ni TODO vale ni TODOS valen. Es decir, no vas a llevarme al huerto cuando a ti te apetezca sino cuando yo también quiera y no me van a valer palabritas bonitas que se lleva el viento. Y tú, ¿eres un "chico fácil"?

Para ser sincera, creo que quien haya escrito esto ha tenido una reciente decepción y tiene un concepto bastante pésimo de la mujer, algo que no es ni normal ni sano. Muchas veces caemos en la generalización, bien por resentimientos o por experiencias pasadas, pero hay que ser conscientes de que las cosas siempre tienen una doble lectura y que podemos estar dando una interpretación equivocada. Un consejo, no hay mujer ni hombre perfectos pero si uno los mira bien sabrá sacar de ellos lo bueno y aceptar sus defectos porque ante todo, somos humanos.

Dejo el link del artículo del que hablo para que podáis juzgar por vosotros mismos:

sábado, 8 de noviembre de 2014

Sofa VS Cita

El próximo fin de semana tengo una cita y no sé qué ponerme. Es un chico que he conocido por internet, hablamos mucho y hace unos días me propuso quedar para conocernos y no lo dudé. La verdad es que estoy algo nerviosa pero sobre todo intrigada por cómo será en persona porque, aunque nos hemos visto por foto, realmente no puedo saber si será simpático, hablador, tímido… hasta que  nos conozcamos. Al menos es de los que sí tienen interés en tener una cita porque, por lo visto, hay hombres que prefieren un fin de semana de sofá, manta y película que quedar con una mujer, al menos eso es lo que aseguran en la revista masculina GQ. En uno de sus artículos, afirman (y están de acuerdo…claro) que el hombre del siglo XXI de unos 30 años de edad (vamos, entre los 30-40 diría yo) prefiere quedarse un viernes en casita, con su mando a distancia, su pijama de hace 15 años con agujeros, sus zapatillas de andar por casa viendo la televisión que acicalarse para una cita, es más, en su titular apostillan que el sofá y la película es mucho mejor que acostarse con alguien. Después de leer el artículo me quedo con cara de sorpresa y me pregunto… ¿esto va en serio? Ummm, no estamos en el día de los Santos Inocentes ¿no? O yo vivo en otro mundo o tengo la sensación de que los hombres han perdido fuelle, motivación y ganas. De acuerdo que en la época de nuestros padres y abuelos las cosas eran muy distintas, el concepto de la mujer era bastante sencillo (ama de casa y se acabó) y se aguantaba todo, quizás demasiado. No voy a entrar en el debate de las diferencias socio culturales de dos épocas, sólo puedo asegurar que los hombres de antaño tenían mucha más hombría de la que hoy en día muestran las nuevas generaciones. Y siguiendo con el tema de artículo, desmenuzaré punto por punto todo aquello que dicen que es tan fabuloso.

Comodidad: Según parece, el pijama gana a todo lo que pueda suceder porque todo se puede hacer en pijama mientras que arreglarse para una cita exige ponerse los llamados “calzoncillos de triunfar”. Pues bien, para nosotras tampoco es cómodo llevar tacones para que el culo nos haga más respingón, llevar un vestido lo suficientemente aparente para llamar su atención o pasarme más de una hora peinándome y maquillándome para estar atractiva. Hacemos esto por dos cosas: 1) porque si nos ponemos guapas nos sentiremos guapas y 2) porque queremos gustar y una imagen vale más que mil palabras. Evidentemente, también hay que mencionar que depilarse es un rollo, un hombre puede que se afeite a diario pero nosotras nos depilamos prácticamente enteras y ¿sabes? Eso no es cómodo precisamente. Hacerse las cejas tampoco y mucho menos usar “lencería de triunfar”, es decir, tangas y sujetadores de lazos y encajes que serán preciosos a la vista pero pican o molestan. ¡Ah! Llevar un hilito de tela que separa mis dos nalgas… pues no es lo que yo consideraría como el sumun de la comodidad ¿eh? Porque a mí también me gustaría poder llevar unas bragas de color carne o estar con mi pijama de ositos, con una coleta mal hecha y despeinada y con la cara lavada.

Tiempo: Supuestamente se gasta mucho tiempo y esfuerzo hasta llegar al objetivo de tener sexo, ya que se tienen expectativas muy altas, mientras que con la mantita y peli el tiempo invertido es escaso. Queridos amigos, ¿nunca habéis pensado que has perdido dos horas de vida en una película mala? Pues igual que una cita te puede salir rana, una película puede generar unas altas expectativas y luego ser el mayor bodrio de la historia. Además, si tu tiempo vale, el mío también, y probablemente en mi casa, mientras intento no enfundarme en unas medias sin que se rompan, yo también esté perdiendo el tiempo si es que me parece insulso, aburrido o baboso. Y por supuesto, si en la cama no se porta como debería, no cumple, me deja a medias o no da la talla, también estaré perdiendo el tiempo porque entonces, ¿para qué me he depilado y puesto mi tanga maravilloso si se pone a roncar a los 5 minutos?

Ahorro: Salir supone un gasto se mire por donde se mire, salgas con amigos, con tu familia o para una cita. Antaño se llevaba eso de invitar a la chica, algo que ahora está cada vez más en desuso, pero pague quien pague a mí también me supone un gasto: gasto perfume, gasto maquillaje, gasto los zapatos para ocasiones especiales, gasto tiempo (ya lo hemos mencionado) y gasto dinero, no sólo por desplazarme sino por las cosas que tengo que comprar o reponer cuando se gasten.

Nervios: A nosotras también nos entran los nervios. No engolamos la voz, como dice el artículo, pero no dejamos de pensar en la reacción que tendrá al vernos, los temas de conversación a tratar, no meter la pata, si caeremos bien o si le gustaremos. Según el artículo, una película aleja de la mundanidad y del aburrimiento. Vaya, no sabía yo que conocer a personas de sexo opuesto era algo mundano en las que las conversaciones sean artificiales y se consideren conversaciones de ascensor. Tampoco sabía que se pudiera catalogar aburrido conocer a alguien y no es que sea aburrido, es que la persona puede que no esté en sintonía con nosotros. He tenido citas en las que no he estado a gusto, una de ellas porque no hablaba nada y se producían silencios embarazosos, otra porque se hacía el gracioso hasta el punto de quedar ridículo y alguna otra porque sólo hablaba de sí mismo. Y todo eso sólo se ve in situ, no quedándome en casita por miedo a aburrirme. Cuando conoces a alguien y sientes que todo va fluido, lo que siempre se conoce como “hay química”, no hay lugar al aburrimiento, es más, se te pasan las horas volando sin darte cuenta e incluso te aguantas las ganas de ir al baño por no cortar la conversación. Así que, si no estás a gusto en la cita, no es por culpa de la otra persona, simplemente no conectáis y sólo lo descubrirás si tienes esa cita. ¡Ah! Un inciso, ya que hemos hablado antes de expectativas y sexo, hay veces que el sexo puede ser aburrido con un hombre que se cree que es un fiera en la cama o que lo está haciendo estupendamente, mientras que miras el reloj cuando no se da cuenta o finges un orgasmo para que se quite de encima.

Día D: Por lo visto, el artículo nos hace creer que un hombre después de la primera noche se plantea aspectos tan vitales como hacía dónde irá esto, si tiene que volver a llamar, que no está preparado para una relación… y la mejor frase que pongo literal “¡Pensé que me quedaba una semana de vida!”. Por partes. ¿Crees que por tener sexo una noche eso te convierte en alguien especial? No cielo, te equivocas. Hoy en día aún hay mujeres que ven el sexo como algo muy intimo, como algo que supone una unión, sin embargo, gracias a la liberación sexual de la mujer, para nosotras una noche loca es eso, una noche loca. Puede que te apetezca repetir pero eso no implica que nos queramos casar con nuestro amante o que ya consideremos que somos pareja, porque para eso, hace falta mucho más que unas horas retozando. De lo que aún no he salido del shock es lo de la “semana de vida”, ¿de verdad se tiene ese pensamiento de que una relación es una cárcel? Pues si un hombre va con esa mentalidad, va de pena, porque una relación no tiene que verse como algo que suponga una obligación o una pérdida de libertad, una relación se escoge libremente y se mantiene porque uno lo quiere y lo sano es poder mantener una vida independiente además de la conjunta con la pareja. Por tanto, avivar esa mentalidad de mujer=cárcel lo único que genera es perpetuar un concepto negativo que no debería de existir.


De todo lo dicho parece que estoy en contra del plan “sofá+manta+peli” y ni mucho menos. Lo cierto es que es un buen plan sobre todo en esos días fríos y lluviosos de invierno y si además tienes compañía, mejor que mejor. En lo que no coincido es en la comparación SOFÁ VS CITAS, si todos nos decantásemos por lo primero la vida sería un poco insulta y aburrida y casi pareceríamos ermitaños en lugar de seres sociables. En fin, yo estaré pensando durante estos días qué haremos, donde me llevará y si saldrá bien la primera cita…¡qué nervios!