domingo, 19 de enero de 2014

Las SUPER MAMÁS

Las madres son increíbles,¡verdaderos tesoros! De hecho, creo que MARVEL tendría que crear una heroína basada en la figura materna porque, sin lugar a dudas, las madres tienen super poderes comparables a cualquiera de las bellas chicas de los comics. Sí, una madre saca fuerzas y energías de donde sea, hace cosas que parecen imposibles, dobla o triplica el tiempo, hace cinco, seis y hasta diez cosas a la vez si es necesario. Además, es capaz de leerte el pensamiento con una sola mirada y si se enfada, esa misma mirada te atravesará dejándote paralizado


Lo primero que aprende una madre es a ser enfermera, una cualidad que estará presente durante toda su vida. Es lógico que la madre se centre en el bebé cuando se pone malito pero de adultos también necesitamos a las madres y sus sabios consejos. "Mamá, me duele la garganta ¿qué hago?", "Mamá, me encuentro mal, tengo el estomago revuelto" o "Mamá, creo que tengo fiebre". Y para todo tienen un remedio, una receta casera que ella aprendió de su madre, y su madre de la madre de ésta y así sucesivamente, pasando de generación en generación hasta llegar nosotras, que cogeremos el testigo y continuaremos la tradición con nuestros hijos. De hecho, ¿a quién recurrimos cuando nuestros pequeños están malos? A las madres, sí, porque confiamos en ellas, porque acuden en cuanto las llamamos y porque nos quieren. Así que, cuidan de sus hijos y de los nietos. Bueno, y con los nietos se desbordan: les cuidan cuando los padres no pueden, les preparan su comida favorita, les compran ropa y caprichos, si al niño se le antoja un bollo, se lo compra, que quiere un cochecito de juguete, se lo regala. El amor a los hijos es grande pero con los nietos... no sé por qué pero se deshacen.

Las madres multiplican las horas de una manera insólita. Por ejemplo, mi madre, ¿de dónde saca el tiempo? Hace la comida, la cama, recoge la casa, pone la lavadora y plancha. Va a la compra, hace los recados y le queda tiempo para otras actividades lúdicas cómo ir a canto o a pintura. De verdad, ¿cómo lo hacen? ¿Hay alguna técnica? ¡Si a mi no me da tiempo a ir a dos sitios distintos cuando salgo de trabajar! Es más, aún tengo una bombilla fundida del baño porque no veo el momento de comprar una y cambiarla. Que, por cierto, ahora que lo menciono, las madres tienen otra increíble cualidad: son "BRICOWOMAN". Sí señor, son expertas en arreglar cualquier cosa de la casa: un grifo, una silla, un secador... nada se les resiste, incluso las tuberías tiemblan cuando se ponen los guantes para desatrancarlas.

No se les pone nada por delante, tanto es así que mueven cielo y tierra para buscar y encontrar cosas. Se diría que son unas "Sherlock Holmes" buscando la cosa perdida. En serio, haz la prueba y cuando no encuentres algo deja que tu madre lo busque, no tardará ¡ni diez minutos! Observan, piensan, actúan y aciertan. Si son buenas en esto, analizando a las personas son muchísimo mejor, es imposible engañarlas. Tienen una intuición muy desarrollada y sospechan si algo no les cuadra, es ese sexto sentido que con una mirada ya sabe lo que estás tramando o si te pasa algo, puede que se actúen como si no se enterasen, pero ¡vaya si se enteran! ¡Son muy inteligentes!  Y por supuesto, tienen una paciencia infinita. ¡Qué aguante! Las rabietas de los niños, prepararles la comida, vestirles, aguantar las peleas de los hermanos... Y no sólo con los hijos, sino también con la pareja. Eso sí, como se enfaden de verdad, mejor evitar esa mirada porque te hará sentir culpable durante todo el día porque ante todo, las madres siempre tienen razón. Lo saben todo. Tu madre te advierte y como no le haces caso, pensando que sabes más que ella, te equivocas y te suelta un "te lo dije". No te queda más remedio que claudicar y admitir el error, aunque cuando nos vuelven a advertir tropezamos con la misma piedra.

Y como lo saben todo, son las mejores para aconsejarte cómo quitar una mancha que nos has conseguido eliminar ni lavándola a mano. Que si con agua caliente y dejándola al sol, que si con un poco de leche, que si la dejas así o asá... ¿Y con la plancha? Son unas artistas, nunca te va a quedar la camisa tan bien planchada como lo hacía tu madre y por supuesto nunca dejarás la sábana "bajera" tan perfectamente doblada como ella. ¿Usas edredón? Cuando lo hayas lavado y lo vayas a colocar, tardarás más de 15 minutos en meterlo en la funda y otros 15 minutos para que quede bien liso en la cama. Tu madre hace todo eso en 5 minutos, rapidez y precisión le caracteriza. Una precisión que se refleja también en las comidas, porque la comida de una madre es única. ¡Qué tortilla de patatas! ¡Qué lentejas! ¡ Qué cordero! Todo para chuparse los dedos, eso sí, cuando le pides la receta las explicaciones no suelen acompañarlas de medidas exactas sino de "una pizca de esto", "un chorrito de aquello" y cuando te pones manos a la obra en tu estupenda cocina ni de lejos te sale igual, tienes que practicar mucho y aún así, nunca será como la comida de tu madre. Normal que más de uno aproveche la visita a los padres para llevarse unos cuantos tupper con comida rica rica.


En resumen, una madre es cuidadora, educadora, profesora, psicóloga, buscadora, cocinera, ama de casa... pero ante todo es madre y todo eso lo hace porque nos quiere. Y sin embargo, están poco valoradas y pocas veces les reconocemos el mérito que tienen. Por eso, desde aquí, doy las gracias a mi madre y a todas las madres del mundo por estar ahí cuando os necesitamos, por vuestro amor incondicional, por el trabajo que os hemos dado de niños e incluso de adultos. Por todo ello y por mucho más...

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